Un día en las vacaciones de Panchito Porteño….
!Oh el diente se rompió!, Panchito lloró. El diente del susto se durmió, y su mamá el la hielera lo dejó.
Y ahí se quedó congelado.
Unas llamadas de su mamá a una dentista que contesta de forma urgente.
La mamá sacó una cajita mágica y dejó el diente ahí.
Y ahí se quedó.
Pero algo pasó, el hielo se derritió y el diente despertó.
Asustado pensó que moría. Estaba rodeado de agua y poco vivo se sentía.
Una pinza lo tomó. No entendía mucho pero vio en la boca de Panchito a su otra mitad.
Y así como por arte de magia lo unieron a su parte de abajo.
Le colocaron un esmalte nuevo y en la boca de Panchito vivió de nuevo.